Las pruebas de ADN confirman las sospechas de la BAC. Moisés está en busca y captura, mientras lidia con sus demonios internos. Elena habla con Jáuregui, el abogado defensor de Vistas, quien desconfía de las pruebas que incriminaron a su cliente. Analizando las pruebas del caso de Lara Macaya de años atrás, Buendía ve algunas incoherencias que indican que todo pudo ser un montaje orquestado por Salvador Santos. La actitud de Zárate deja dudas sobre sus intereses, y es apartado del caso.