Suzuki Shizuka, debido a un trauma infantil, tiene un profundo odio hacia los musicales. Un día, mientras visita junto a su sobrina un destartalado parque de atracciones, presencia el espectáculo de un anciano hipnotizador que la sugestiona para que cada vez que escuche música se vea en la obligación de cantar y de bailar. Esto provocará una serie de desastres, que comienza durante una importante reunión en su empresa.